domingo, 28 de junio de 2009

TRCD

BASES TEÓRICAS Y PRÁCTICAS
DEL MÉTODO TRCD

Autoras del artículo: Flor Melguizo y Elena Puyuelo

Creadora del método TRCD María Gemma Sáenz.


El Método TRCD es un método de trabajo corporal, a partir de un paradigma nuevo de evolución emocional que se corresponde con el desarrollo físico y mental del individuo.
Una de sus principales aportaciones es el concepto de ADN Emocional. Al igual que el ADN somático presente en los cromosomas, es un código de comportamiento celular que estructura nuestro cuerpo físico con una serie de características individuales y del colectivo (especie humana), el ADN emocional que se encuentra situado en la columna vertebral, estructura un eje de comportamientos emocionales inscritos en las vértebras de nuestra columna, que se van activando o “poniendo en marcha” en correspondencia con los acontecimientos vitales de las etapas de crecimiento: infancia, pubertad y madurez.

Definiciones:

Vértebra: Es un paso dentro de nuestro camino evolutivo que registra una información parcial; dicha información se centra en una parte corporal y en una parte del campo sensitivo (sentidos) conjuntamente; estas informaciones nos llevan a expandir, en nuestra vida cotidiana, un proceso a nivel emocional.
Hay dos informaciones contenidas en cada vértebra:
·La información energética está contenida en el color en el que vibra la vértebra.
·La información emocional se corresponde con los conceptos emocionales contenidos en la vértebra.
·La información emocional sirve de puente entre la parte energética (color), y la parte de masa de la vértebra (el tejido óseo).
Las informaciones contenidas en una vértebra determinada se relacionan con una zona corporal y con un sentido que vibran en el mismo color de la vértebra y contienen la misma temática emocional.

Emoción: La definición que hace la TRCD de la palabra Emoción es “Mi capacidad para vivir”. Es decir, que cada uno de nosotros tiene sus capacidades y no capacidades emocionales, al igual que tenemos una serie de capacidades físicas e intelectuales y no tenemos otras. Por ello los conflictos emocionales deben ser tomados como “retos”que cada uno de nosotros convertiremos en “logros”.
Esta es la manera evolutiva de irnos desarrollando a lo largo de nuestra vida porque es una forma positiva de contemplar cuanto nos sucede. Cada vez que conseguimos un logro aumentamos nuestra energía y por ello nos sentimos más vitales y con ganas de emprender nuevos retos.

Conflicto emocional: Situación existencial en relación con el propio individuo y con la forma de vincularse con su entorno. Puede dar lugar a un bloqueo en el fluir de la energía si no se afronta y se resuelve de forma adecuada. Dicho bloqueo repercutirá en el cuerpo físico en relación con la gravedad y persistencia del bloqueo, produciéndose desde trastornos leves a enfermedades.

El ADN emocional

Llamamos ADN al programa emocional de la especie humana contenido en la columna vertebral. Consta de dieciocho vértebras, cuyas informaciones emocionales se activan a lo largo del desarrollo evolutivo del ser humano, desde los dos años hasta los cincuenta. Cada una de ellas vibra en un color que forma circuitos con las restantes vértebras del mismo color y se relaciona con zonas corporales que están implicadas en los temas emocionales presentes en esas vértebras. Numeramos a las vértebras de abajo arriba ya que es el sentido de desarrollo evolutivo del ser humano desde los dos años. A esta edad el niño ha desarrollado el lenguaje con un inicio de sintaxis y es cuando empieza su capacidad para poder vincularse e iniciar el desarrollo evolutivo de la EMOCION.
El ADN Emocional es el eje de la Energía Masculina que recorre y construye nuestro cuerpo ayudándonos a coger la fuerza y seguridad que necesitamos para la vida



El Esternón

Se sitúa en la parte anterior de nuestro tórax y constituye el eje de la Energía femenina que recorre nuestro cuerpo y nos ayuda a crear vínculos con nuestro entorno.
Consta de nueve vértebras que numeramos de abajo arriba y llamamos Vértebras de Interrelación.
Energéticamente forma circuitos de color con las vértebras del ADN Emocional. La información contenida en estas vértebras se desarrolla únicamente en la etapa adulta pero el que los vínculos se desarrollen adecuadamente en la madurez, viene condicionado por los bloqueos en el desarrollo emocional de las etapas de la infancia y pubertad.
Cada salto evolutivo de una vértebra a otra de un circuito, supone una oportunidad de resolver los conflictos que se gestaron en las etapas anteriores, ya que la energía propia de ese salto evolutivo da la facilidad a la persona de conectar



EL CIRCUITO BLANCO

Para entender mejor la correlación del color de cada una de las vértebras, con la información emocional que contienen y las zonas corporales implicadas, vamos a ver como ejemplo el circuito blanco, que consta de tres vértebras, 1ª y 10ª del ADN EMOCIONAL y 1ª del Esternón.

Primera vértebra (5ª lumbar), vibra en blanco, está en relación con la madre, y la propia fuerza y energía; la información se abre a los dos años, lo que quiere decir que el niño ya tiene capacidad corporal emocional para tener conflictos con su madre (conflictos que estarán relacionados sobre todo con la afectividad), y también tiene la capacidad para resolverlos. Forma circuito de color con la vértebra 10 (8ª dorsal) que también vibra en blanco, se abre a los 16 años y su información emocional son Las relaciones. Esto quiere decir que si el niño no resolvió los conflictos con su madre, a los 16 años puede tener conflictos en sus relaciones de todo tipo: consigo mismo, con los demás, sexuales, de dinero etc.
Las zonas corporales correspondientes son: toda la zona anterior de cuello, tronco y abdomen y sobre todo el “michelín” que se sitúa por encima de la cintura y que tan difícil resulta de eliminar. En la cara, estos conflictos están relacionados con los pómulos.

Estas dos vértebras están situadas en el eje de la ENERGÍA MASCULINA que es la columna vertebral.

El circuito se completa con la Vértebra 1 de Interrelación que corresponde al conceptual MUJER. Vibra también en blanco y se sitúa en el esternón, inmediatamente por encima del apéndice xifoides. Esta información emocional se abre cuando la niña tiene su primera regla, o cuando el niño o adolescente tiene su primera relación con un miembro del sexo femenino.
La zona corporal corresponde al rostro, boca, nariz, y ojos.
Si las informaciones de las vértebras de base 1 y 10 están bloqueadas, será difícil para la niña coger toda su fuerza y responsabilidad como mujer.

Las dieciocho vértebras de la columna, y las nueve vértebras del esternón, forman circuitos de color que ponen en correspondencia diferentes conflictos emocionales con sus zonas corporales. De esta manera obtenemos un mapa corporal que unifica el color -parte energética- con el cuerpo físico -parte material- a través de los aspectos emocionales del individuo.

Todo este desarrollo corresponde a una primera capa energética que denominamos Energía Masculina y que permite al individuo anclarse en sí mismo cogiendo fuerza y seguridad y a una segunda capa de energía, la Energía Femenina, que potencia los vínculos con el exterior: pareja, hermanos, hijos, amigos, etc. y cuyo eje de información emocional es el esternón.

La manera que un individuo tiene de afrontar los diferentes conflictos emocionales que se le van presentando a lo largo de su vida, depende del programa emocional, codificado en su ADN Emocional. Así, para algunas personas les es fácil encontrar pareja, y encuentran satisfacción en sus relaciones amorosas, mientras que para otras supone un grave problema que pueden mantener a lo largo de toda su vida. Pero esa persona para la que la pareja no es conflicto, puede tener muchas dificultades con el dinero o con alguna otra de las informaciones. Nadie puede tener todos los conflictos activados, ni tampoco no tener ninguno, ya que como hemos visto, los conflictos emocionales constituyen la base del desarrollo humano.

Los instrumentos de tratamiento del Método TRCD

El Método TRCD es una terapia para la vida, ya que un objetivo prioritario de los profesionales de la TRCD, es ayudar a la persona que acude a nosotros a “poner su cuerpo a punto” para que salga a la vida y “viva”, es decir, que se atreva a implicarse consigo misma, aprendiendo a conocerse y a aceptarse, y hacia el exterior en el trabajo, la pareja, las relaciones, la sexualidad, etc.
Por ello podemos abordar numerosos conflictos, tanto de orden corporal, como emocional, mental y relacional. Como nuestro punto de partida siempre es el cuerpo nuestras herramientas también son fundamentalmente corporales. Utilizamos también la liberación de la palabra, unida al trabajo corporal, para que el cliente vaya eliminando los registros mentales que se asocian a los bloqueos corporales que presenta. Así, al trabajar el cuerpo y la mente juntas, es más fácil que se reestructure la zona afectada.

Algunas de nuestras herramientas de trabajo son:
· Masajes específicos para las diferentes zonas corporales y sus trastornos; liberan los bloqueos al reconducir la energía.
· Ejercicios físicos para movilizar los diferentes conflictos emocionales en las zonas corporales correspondientes.
· Recomendaciones dietéticas. Los alimentos estructuran el cuerpo a través de sus características energéticas que dependen de su color, forma y de donde proceden.
· El color en el cuerpo: Aprovechamos la pintura facial y corporal, así como el color de los vestidos, para subir nuestra energía.
· Los productos corporales: A todos los productos diarios con los que nos cuidamos podemos darles un sentido que nos ayuden a desbloquear nuestro cuerpo.
· La visualización: Nos ayuda a eliminar de nuestra mente los pensamientos que bloquean nuestra acción corporal.
· El trabajo con símbolos: de los que nuestro cuerpo coge la energía que necesita para realizar un trabajo emocional específico.

El trabajo emocional con el Método TRCD prepara a nuestro cuerpo y a nuestra mente para salir a la vida y poder afrontar los obstáculos que se nos presenten, porque aprendemos a convertirlos en retos y logros personales. Abrirnos a las oportunidades que la vida nos ofrece para desarrollar nuestras capacidades nos conducirá a vivir con vitalidad e ilusión nuestro día a día.

Flor

MI DESCUBRIMIENTO DE LA TRCD: CÓMO FLORECE UNA PERSONA

Un sistema de trabajo sencillo, pautado y sistemático sobre el cuerpo que estructura y va llevando a la persona a su propio eje mental y corporal, en la medida de lo posible para cada uno. A nivel mental, a una mayor tranquilidad y a conectar con momentos de relax corporal y calma mental. En busca de una mente blanca y en quietud donde puedan afluir las ideas libremente para luego llevarlas a la práctica sin más, a través del movimiento. Se miran las posibilidades reales y se ven las oportunidades llegar porque mi mente está abierta y despierta, buscando. En cuanto está ocupada con ideas repetitivas, valorando y enjuiciando.... nada más tiene cabida. Demasiada infomación colapsa.

Desde esta visión la vida resulta menos complicada, como la de un niño, despierta, viva y divertida. En busca de nueva información cada día. Este es su alimento, su nutrición, lo nuevo, variado, cambiante. A través de ello aprende, avanza y quiere más. Para llegar a esta búsqueda he de haber construido previamente un cuerpo, descubriendo mis propios recursos y capacidades. Un cuerpo que resista tanto física como emocionalmente, todo este movimiento, esta vida cambiante y activa que me va a traer constantes retos, nuevas oportunidades. Un cuerpo bloqueado, poco flexible, de difícil expresión y comunicación, no me va a servir para esta nueva andadura. Precisaré toda mi fuerza, energía, vitalidad, resistencia e ilusión para poder llevarla adelante. Sin dudas, sin flaquear, aprendiendo a confiar en este nuevo cuerpo que sí resiste los embates emocionales y los esfuerzos corporales que la vida me requiere porque previamente yo lo he entrenado para ello.

Cambios corporales que veo en el proceso: pérdida de volúmen, mayor fortaleza física, mejor musculación del cuerpo, armonía en las formas corporales, aspecto más joven a nivel estético tanto en el cuerpo como en el rostro.... Todo ello nos dice que la persona está estructurando la información emocional y la está recogiendo y materializando a través de un cambio físico. Lo más real, tangible que tenemos en esta vida, la masa, el cuerpo. No podemos pretender cambiar la mente o la energía corporal si en el cuerpo no se producen cambios físicos. Será fantasía. Nada habremos cambiado si el cuerpo no recoge cambios. Esta es la forma en que el método trcd comprueba que son reales y no mentales (qué bien estoy, la vida es maravillosa....!!!!!!) Si me levanto por la mañana activa, contenta, descansada, con ganas de hacer y emprender..... puedo decir que estoy vital y podré llegar al sí y a la positividad. Si me levanto agotada, cansada, desmotivada.... cómo voy a decir que estoy de maravilla y si lo digo será una fantasía de mi mente que yo me creo y verbalizo a otros.

Una vez construído este nuevo cuerpo, más fuerte, resistente y con mayores recursos físicos y emocionales podré trabajar muchas más horas, disfrutar de mi día, del trabajo, amigos, acontecimientos, de ir materializando mis logros diarios. Este es el momento de empezar la construcción de mi cabeza. Derruyendo mi edificio de antiguos pensamientos: no puedo, no valgo, no sé, no merezco.... para llenarlo con otro contenido más postivo y constructivo para la persona, pero desde el campo real y trabajando con los recursos que mi compañera Flor ha explicado en su artículo: colores, imágenes, visualizaciones, ejercicios físicos...... para practicar en casa y entrenar y después ir a la vida real y comprobar cómo estamos y si hemos avanzado y allí seguir usándolos como un bastón para apoyarnos e ir hacia delante poco a poco, firme y seguro, encontrando nuestro propio ritmo. Para aprender a vivir, disfrutando de lo que hacemos, sacándole el jugo a cada momento, estando al 1000 x 1000 donde estamos. Ni pensando en lo que va a venir (futuro), ni en lo que ya dejamos (pasado), para poder ver lo que tenemos delante y reirlo, llorarlo, sentirlo, en definitiva vivirlo. Recuperar la pasión por lo que hacemos y cómo lo hacemos. La vida así es mucho más grata y me devuelve aquello que yo pongo sin esperar nada, por el placer de caminar y vivir para aprender, a veces con creces.
La vida, una experiencia gratificante que puedo convertir en vivencia.

Flor Melguizo y Elena Puyuelo

Nota:

Este artículo se basa en la información contenida en el libro BASES Y METODOLOGÍA DE LA TRCD cuya autora es Mª Gemma Sáenz (creadora del método TRCD).
Ediciones Damun Fundación Privada. Barcelona

web: http: mariagemma.com

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